jueves, 30 de abril de 2015

Digitalización

Las imágenes digitales están formadas por una matriz rectangular de píxeles, distribuidos de forma regular en filas y columnas. Los dispositivos de captura de imágenes externas permiten crear una imagen digital a partir de una imagen analógica muestreándola para obtener la información necesaria para aproximarla mediante un conjunto de píxeles.

Como resultado de la digitalización la imagen original se aproxima a una colección de píxeles, y cada uno representa, de forma cuantizada, la información de color que el original tiene en la zona correspondiente. Esta doble aproximación que se hace de la imagen (muestreo y cuantización) se puede ajustar dependiendo de la calidad que necesitemos mantener en la imagen digitalizada: el número de muestras-píxeles leídos puede ser mayor o menor y la información sobre color-niveles de cada píxel puede ser más o menos precisa.
Esta doble aproximación, que se producirá siempre al digitalizar, hace que las imágenes digitalizadas aparezcan normalmente con un ligero desenfoque: la lectura de la imagen analógica que se hace promediando zonas discretas que se aproximan por un valor discreto de un determinado color, cuando la zona a leer está en el contorno de una figura el color del píxel correspondiente será mezcla de los colores de la figura y del fondo, con lo cual se suaviza el contorno de la figura en la imagen final digitalizada.

Existen distintos dispositivos que permiten al ordenador capturar imágenes externas. La mayoría de ellos mediante un sensor convierten la luz reflejada por el original en valores digitales RGB. Dependiendo de su diseño y calidad cada dispositivo ofrecerá un tipo de prestaciones.